viernes, 22 de noviembre de 2013

NIÑOS, PISTOLAS DE RAYOS Y PLATILLOS VOLADORES








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La teoría de la Distorsión sugiere que los encuentros cercanos con OVNIs, son el producto y resultado de la interacción y comunicación" de la mente del testigo y un agente externo desconocido que és, en última instancia el encargado de conformar, encauzar y dar "cuerpo" a la experiencia que se presenta ante los ojos del observador.
Para realizar su "puesta en escena" el agente externo, que "sintoniza" nuestra mente, utiliza los elementos inconscientes contenidos en la psique del testigo, para "crear" la mayoría de los "ingredientes" que aparecen en la supuesta visitación extraterrestre (forma del OVNI, apariencia y comportamiento de los tripulantes, etc.), desplegando de esta forma un planteamiento y desarrollo muy similar al que observamos en una experiencia onírica, donde se origina una simbiosis de lo "cotidiano" y lo "bizarro" para la creación de un psicodrama. De ahí que muchos testigos describan que en el interior del OVNI han observado utensilios y objetos ordinarios (escaleras, libros, jeringuillas, palancas, etc) que parecen "encajados" en escenarios fantásticos de una manera burda y tosca.
Por tanto todo esto explicaría la infinita tipología de naves y humanoides observados en la amplia casuística OVNI, ya que prácticamente cada testigo añade a su particular encuentro con "seres extraterrestres" detalles y componentes individuales e intransferibles, fruto de su conocimiento, estudios, entorno, hobbies así como información aportada por la literatura, cine, TV, etc.. No obstante el agente externo, incorpora a la "escenificación" patrones que son comunes con otras experiencias OVNIs, como por ejemplo que independientemente de la apariencia de los tripulantes del OVNI, estos suelen compartir una desmedida afición por utilizar pistolas o aparatos lanzadores de rayos de luz, recoger muestras de terreno como si estuvieran estudiando la zona o realizar tareas de reparación en sus "imperfectas" maquinas voladoras. Estos detalles ilustran a la perfección que los encuentros cercanos con OVNIs tienen un gran componente psíquico, ya que la uniformidad de comportamientos en supuestos extraterrestres de diferentes civilizaciones y aspectos radicalmente opuestos, sugiere un origen común. Esto no quiere decir que las experiencias OVNIs sean simples alucinaciones o fenómenos psíquicos que no puedan presentar aspectos físicos, ya que en ocasiones la interacción del agente externo y el testigo produce un tipo de "materia efímera" que es capaz de dejar huellas en el entorno como si se tratara de objetos físicos y seres reales. Pero hay que tener en cuenta que uno de los aspectos mas destacables y enigmáticos del fenómeno OVNI, es que pese a la relativa realidad y corporeidad de muchas vivencias, éstas no dejan ningún tipo de evidencias tras su paso.
Por tanto si esta hipótesis de trabajo es correcta, y la psique de los testigos juega un papel preponderante en la creación de los encuentros cercanos, en los incidentes protagonizados por niños deberíamos encontrar elementos y acciones inherentes a una mente infantil. En los sucesos que vamos a exponer a continuación se observa claramente como la interacción del agente externo y los jóvenes testigos ofrecen este tipo de circunstancias (pequeños humanoides, pistolas de rayos, dinosaurios, periscopios, trajes llamativos, etc.) destacando sobremanera, que los niños suelen observar, por norma general, humanoides de una talla pequeña, cuando no extremadamente diminuta.
 


LAS INCREIBLES EXPERIENCIAS DE LOS HERMANOS SUDERLAND
Las experiencias de los hermanos Sunderland son muy interesantes, ya que ambos hermanos, en distinta fecha, son capaces de experimentar encuentros cercanos muy similares, manteniendo algunos elementos en común, pero diferenciándose en varios aspectos que quizás se deba a las preferencias y gustos propios de un niño o una niña. Aunque hay que destacar que en ambos incidentes los tripulantes de los OVNIs ofrecen unos comportamientos, que pueden ser comparables a juegos de niños. Incluso en el caso de Darren Sunderland los extraños humanoides manifestaban conductas infantiles, demostrando alegría o enfado exacerbado, en función de que si eran capaces o no, de llevar a cabo su tarea de forma correcta.


Extraño artefacto observado por Darren



Los ufólogos británicos Jenny Randles y Paul Whetnall investigaron los extraños sucesos ocurridos a 2 miembros de una misma familia. En julio de 1976, Gaynor (9 años) y su hermano Darren Sunderland (8 años) tuvieron encuentros cercanos con OVNIs y sus tripulantes en un perímetro de un kilómetro de distancia de su domicilio en el pueblo de Oakenholt en el Galés condado de Clwyd (Reino Unido).
El primer incidente, ocurrió a media tarde, justo después de las vacaciones escolares, Darren caminaba por Coed-On Road, cuando observó un resplandor metálico en un campo cercano. El niño se acercó para comprobar que se trataba de un objeto plateado en forma de "campana", con múltiples pequeñas ventanas cuadradas cubriendo toda su superficie. El raro artefacto se sostenía sobre 4 patas altas, y en uno de sus extremos tenía un "escape" parecido al de los aviones a reacción con una aleta caudal. En el centro de la cúpula uno de los cuadrados tenía una cruz. En la parte superior había una especie de periscopio. El testigo también observó una línea negra con unos símbolos extraños. Del artefacto surgían 5 o 6 cables unidos a unas "estacas finas" de unos 90 centímetros de altura, clavadas en el suelo, que tenían unas bombillas azules en su extremo superior.
Junto al artefacto había 5 o 6 "pequeños hombres", que andaban como lisiados y parecían muy enojados y molestos. Los humanoides tenían una altura de 1´50 metros, parecían completamente normales, excepto en que tenían cuerpos angulares y unos pocos mechones de pelo en la cabeza hacia arriba, y cuatro dedos en cada mano. Llevaban un traje ajustado color de plata en su parte superior, y unos pantalones verdes.


Detalles de los humanoides, de los simbolos observados en el artefacto y del extraño animal.





Los pequeños humanoides llevaban armas que tenían botones, y el testigo comprobó que al pulsar un botón azul, lanzó un rayo rojo. Disparaban contra las "bombillas" y parecían estar tratando de destruirlas, romperlas o apagarlas. Al no conseguirlo se enfadaban y saltaban enfurecidos. Uno de los "hombrecitos" se enfadó tanto que golpeó una "lámpara" con la culata de la pistola hasta que ésta se apago, entonces se mostró muy feliz y sus "compañeros" hicieron lo mismo. Solo dejaron una bombilla funcionando. De pronto del objeto, por una rampa central, bajo una extraña criatura parecida a un dinosaurio, con un cuerpo verde y el cuello rojo. En lugar de orejas tenía unas "mejillas flexibles ".
Uno de los humanoides hizo un gruñido y el animal regreso al artefacto. En ese momento Darren observó un ser distinto a los demás, tenía apariencia humana, con una camisa banca, con cinco dedos, cara rosada y mucho pelo. Se introdujo en el artefacto y parecía tener problemas con los controles de la aeronave. El hombre miró una fotografía que había en la pared, que, extrañamente, se parecía al vecino del testigo. Darren señaló a los investigadores un curioso fenómeno, en el interior del objeto todo parecía mas pequeño que en el exterior, dentro de artefacto las ventanas medían 90 centímetros, pero cuando los humanoides estaban fuera parecían mas grandes. La observación terminó, cuando en un momento dado, todos los" hombres corrieron al interior de la nave y Darren decidió regresar a su casa sin comentar nada de lo había visto. Esa misma noche, desde su dormitorio el testigo afirmó que vió despegar la nave con sólo la cruz iluminada.


Disco volador observado por Gaynor Suderland



La observación de su hermana Gaynor ocurrió un sábado de julio de 1976 sobre las 13:50 horas, en un lugar diferente de la Coed-On Road, cuando circulaba en bicicleta por una zona aislada. De pronto, al igual que a su hermano, un destello metálico atrajo su atención. Procedía de un campo que estaba mas abajo, y ella pudo observarlo todo escondida detrás de un seto. La testigo observó, a unos 18 metros de distancia, un objeto alargado, como un cigarro plateado, de unos 10 metros de largo y 3 metros de altura, desde la base hasta una caja roja que había en su parte superior. Gaynor pensó que era una atracción de un carnaval o una carroza de un desfile y miró muy atenta. Entonces apareció en escena un humanoide, de 1´60 metros de altura, muy delgado y con el torso angular. Caminaba de forma muy torpe y sus rodillas estaban situadas mas abajo de lo normal, los codos también eran diferentes a los nuestros. Su cara era delgada y larga y terriblemente pálida, con ojos blancos grandes y redondos y con un pequeño punto rosa en el centro, la nariz era rechoncha y plana y la boca apenas era una rendija con muchos dientes blancos. En la cabeza solo tenía unos pocos mechones de cabello de color arena. Las manos tenían tres dedos muy puntiagudos y un pulgar 'tambaleante'. El humanoide llevaba un traje de una sola pieza sin cremalleras desde los pies hasta la cabeza, una camisa sin mangas. Llevaba un casco con una burbuja de cristal en su parte frontal. Del casco surgía un tubo que se unía a un objeto que llevaba en la espalda en forma de corazón. Llevaba botas como las de los buzos de suelas gruesas y plateadas. En su mano izquierda portaba una pistola muy simple "en forma de L" con un botón, en forma de media luna, para disparar. El humanoide estaba apuntando al suelo y al apretar el "gatillo/botón" surgió de la pistola un rayo rojo ondulado, la luz emitida se movía de forma muy lenta. El disparo hizo un agujero en el suelo, del tamaño de una taza. El humanoide se agacho a tocarlo. Camino por los alrededores del artefacto y realizó 6 disparos iguales al anterior. Repitiendo los mismos movimientos. Randles y Whetnall señalan que: "en cada caso, el suelo se había derretido, dejandolo sin pasto, sólo un agujero. Gaynor observó durante 10-15 minutos, y se sentía incómoda y asustada".


Al igual que su hermano, Gaynor afirmó que los humanoides estaban armados



En ese momento, Gaynor hizo un pequeño ruido y el humanoide que solo estaba a 3 metros de ella la descubrió. Cuando la miró la niña sintió un frío interior y momentáneamente se sintió mareada. En ese preciso momento un mensaje telepático acudió a su mente, el humanoide sabía que era solo una niña y que no podía causarle ningún daño. Por tanto el ser continuo con su tarea, de hacer agujeros tranquilamente, aunque de vez en cuando miraba a la testigo, que volvía a sentir los mimos síntomas físicos, frío y mareo. A continuación descendió del objeto otro humanoide, que por sus formas, Gaynor dijo que era una mujer, aunque algo mas baja de estatura, pero vestida de la misma forma. La niña escuchó sonidos como los lamentos de un perro. En su cintura, portaba un cuchillo dentado, aunque no vio como se sujetaba, ya que no llevaba cinturón. La humanoide se agachó sobre los agujeros y comenzó a rasparlos. La mujer también miraba a la niña, parecía muy enfadada por su presencia, provocándole los mismos síntomas que su compañero. Tras unos 30 minutos de observación, Gaynor volvió a escuchar un "ligero gemido", y la mujer al mismo tiempo levantó la vista hacia el sol. Luego se dirigió hacia el artefacto, ambos humanoides subieron a su interior y la "caja" de su parte superior comenzó a pulsar con una intensa luz rojiza. Entonces la niña huyo a la carrera causándose un corte en la rodilla que madre recordaba perfectamente cuando fue entrevistada por los investigadores. Cuando se alejaba de la zona en la bicicleta, Gaynor escucho un zumbido tenue mientras el artefacto se elevaba hacia las nubes.
Al día siguiente con su hermano Darren fueron al lugar del encuentro, y descubrieron una mancha ovalada teñida de plata pero los agujeros ya no estaban allí.
El caso fue dado a conocer por un investigador local Sr. Terry Bais e incluso se realizó un detallado informe para BUFORA (British UFO Research Association). Todos los investigadores implicados en la investigación destacaron la credibilidad de los jóvenes testigos..
 


UN PEQUEÑO HUMANOIDE ARMADO CON UN "SECADOR DE PELO"
Los ufólogos galos Henri Julien y Michel Figuet entrevistaron a Frank N. que en la primavera de 1965 tuvo un encuentro cercano con un pequeño "extraterrestre" armado.
El testigo tenía 12 años, conducía en bicicleta en Sorgues, (Vaucluse, Francia), sobre las 16:00 horas, cerca de un bosque, cuando vió un pequeño humanoide de 50 centímetros de alto, vestido, desde los pies hasta la cabeza, con un traje brillante. Su cabeza tenía forma de huevo, y sus ojos eran grandes, su boca era fina y no tenia orejas. Cuando el testigo se acercó el testigo se quedó inmóvil durante unos segundos.


El testigo se acercó al humanoide cuando se quedó paralizado



 El humanoide caminaba levantando mucho los pies, como si saltara, emitía unos sonidos como; "hic... hic...". Corría hacia adelante y el niño lo persiguió durante varios metros. De pronto el humanoide se dió la vuelta, y saludo al testigo con la mano y le ordeno que se detuviera. Pero Frank se acercó y le puso la mano en el corazón y le dijo "mi amigo" dos o tres veces. El pequeño ser no pareció entender el gesto, parecía asustado y dió un paso hacia atrás. El testigo dijo que observó un extraño artefacto que parecía construido de un material "flexible". El objeto se parecía vagamente a una gran caja de fósforos con las esquinas muy redondeadas, tenía 3 metros de largo, 1 metro de alto y unos 80 centímetros de fondo. En su parte superior tenía una "cabaña" redonda que brillaba como un tubo fluorescente. Cuando el muchacho se acercó al humanoide, con intención de atraparlo, el humanoide sacó una "pistola" en forma de secador de pelo, y al apuntar al testigo perdió el equilibrio y se quedo paralizado. Según indica Frank, en el lugar también había un hombre que se quedo paralizado. El ser subió al artefacto, y la parte superior del objeto se "abombó" ligeramente. El artefacto se encontraba en un lugar muy estrecho del bosque, y cuando se elevó paso entre los árboles sin tocar ni romper nada, y sin hacer ningún tipo de ruido. Despegó unos metros del suelo, se desplazó unos 30 metros y aterrizó en un prado cercano.



El pequeño ser llevaba un "arma" parecido a un secador



Un campesino y un conductor de un vehículo estaban cerca de la escena y vieron volar el objeto en ángulo, con un ligero silbido, en ese momento el artefacto brillaba y los testigos observaron que en su interior había tres humanoides. En poco tiempo el niño pudo mover sus músculos, al igual que el hombre. Frank fue interrogado en la gendarmería de Sorgues.
 


DIMINUTOS "SOLDADOS DEL ESPACIO" EN MALASIA
El investigador Ahmad Jamaludin recopiló, para la revista MUFON UFO Journal, N º 141, varios interesantes incidentes OVNIs ocurridos en Malasia. Uno de los sucesos contiene muchos de los elementos descritos anteriormente y que parecen constantes en las apariciones OVNIs a niños.
Jamaludin narra un insólito encuentro cercano que se produjo el 19 de agosto de 1970, cerca del patio de la Escuela Primaria de Stowell en Bukit Mertajam. Los testigos presenciales afirmaron que vieron a 5 diminutos humanoides de 8 centímetros de altura, que descendieron caminando de forma militar, por la pasarela de un minúsculo "platillo volador" que había tomado tierra en el patio del colegio. Cuatro de los seres llevaban uniformes azules idénticos con escafandras, mientras que el quinto, que parecía estar al mando, vestía una túnica de color amarillo brillante decorado con estrellas y tenía un par de "cuernos" o antenas en la cabeza. Al principio las extrañas entidades parecían ignorar a los espectadores y procedieron a subir a un árbol cercano, donde erigieron un pequeño artefacto con una "antena", en una de sus ramas. El propósito de este dispositivo no se conoce, ni siquiera hay información si fue recuperado posteriormente por los testigos.



El "jefe" del grupo llevaba un traje llamativo con estrellas
Diminutos humanoides armados




En muy poco tiempo un grupo de seis chicos avanzaron sobre los inesperados "visitantes". El más valiente del grupo, K. Wigneswaran, intentó agarrar al líder, que vestía de forma llamativa, pero los soldados astronautas se apresuraron a defenderse y no dudaron en usar sus "pistolas láser " y abrir fuego contra los niños curiosos. Los niños corrieron presas del pánico y una vez que el alboroto se calmó, Wigneswaran descubrió una cicatriz en el muslo donde había sido "golpeado" por la pistola láser.

 


DISTORSIONANDO LA "REALIDAD"

Estos incidentes protagonizados por niños contienen elementos muy interesantes para nuestra investigación. Jóvenes testigos de diferentes culturas y países son capaces de observar fenómenos similares donde los tripulantes de los OVNIs son descritos como de pequeña estatura y portando armas, aunque cada incidente tenga sus propias "señas de identidad". Darren Suderland describe que el OVNI; "tenía un "escape" parecido al de los aviones a reacción", incorporando de esta forma "tecnología" humana a la supuesta nave extraterrestre. Por su parte Frank N. dijo a los investigadores que; "El artefacto se encontraba en un lugar muy estrecho del bosque, y cuando se elevó paso entre los árboles sin tocar ni romper nada, y sin hacer ningún tipo de ruido" lo que de alguna manera indicaba que la "visión" no tenía entidad física aunque pudiera ser observada por testigos independientes. En este sentido, es reseñable que Darren dijera que; "en el interior del objeto todo parecía mas pequeño que en el exterior, dentro de artefacto las ventanas medían 90 centímetros, pero cuando los humanoides estaban fuera parecían mas grandes", evidenciando que la escena se desarrollaba con evidentes "anomalías" de percepción insinuando que se trata de un fenómeno alejado de la física cartesiana. 


Los encuentros cercanos con OVNIs tienen muchas semejanzas con las experiencias oniricas e incluso con las vivencias místicas...



Así mismo, tal y como postula la teoría de la Distorsión la inclusión de componentes "ilógicos" suele ser usual en este tipo de experiencias, y aunque dichos elementos son objeto de gran controversia por parte de los investigadores al considerarlos un gran enigma dentro del misterio de los OVNI. Bajo nuestro prisma, el factor absurdo patente en la mayoría de los encuentros cercanos no es mas que un "efecto colateral" originado por la interacción (comunicación) del agente externo y la psique del testigo, donde se incorporan "ingredientes" inconscientes del testigo a la trama de la supuesta visitación alienígena. De ahí que, por ejemplo, Darren afirmara que uno de los humanoides al entrar en el artefacto: "miró una fotografía que había en la pared, que, extrañamente, se parecía al vecino del testigo". Estos factores absurdos son muy comunes en los sueños, donde podemos mezclar todo tipo de conceptos y sensaciones en la construcción de las experiencias oníricas sin que el orden o la lógica prevalezcan sobre el ritmo narrativo. Por tanto mas q

ue a una civilización extraterrestre, nos enfrentamos a un tipo de fenómeno "psíquico" que se manifiesta al ser humano desde hace siglos y bajo muy diversas formas (ángeles, espíritus, hadas, duendes, bigfoot, etc). Este singular y extravagante fenómeno está orquestado y dirigido por una "entidad" desconocida, pero cuya aportación a la elaboración de las vivencias es eximia o nula, limitandose a extrapolar y distorsionar información inconsciente del testigo, para transformarla, ante nuestros ojos, en un hipotético escenario alienígena.
Eso explicaría que, tras mas de 50 años acopiando documentación sobre los "platillos volantes", la información que extraemos del fenómeno es prácticamente ridícula, de igual forma, este mismo paradigma se produjo a finales del Siglo XIX y principios del Siglo XX cuando los parapsicólogos llegaron a la mismas conclusiones tras estudiar a conciencia los fenómenos espiritistas y analizar las infinitas páginas que produjeron los supuestos contactos con el Más Allá a través de la canalización o la mediumnidad.
Por lo que estos últimos años, hemos estado persiguiendo la alargada sombra de nuestros miedos, anhelos e inquietudes reflejadas en unos relucientes objetos celestes y sus irreverentes tripulantes...









JOSE ANTONIO CARAV@CA





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