viernes, 3 de abril de 2015

LA ABDUCCION DE VILLAS BOAS... ¿EL ORIGEN?...



 
 
 
 
El célebre incidente de Antonio Villas Boas ocurrió el 15 de octubre de 1957, cerca de Sao Francisco de Sales, en el Estado de Minas Gerais (Brasil), cuando el protagonista, un campesino de 23 años, se encontraba trabajando con su tractor de noche para evitar el calor del día. Entonces, de pronto cerca de su posición vio descender un extraño OVNI en forma de "pájaro" o “insecto”, mientras su vehículo se detenía misteriosamente. Antes de que pudiera reaccionar dos pequeños humanoides, con escafandras y unas “mochilas” a sus espaldas intentaron atraparle, pero Villas Boas tras golpearlos pudo escapar momentáneamente. En su frenética carrera de huida, varios seres le agarraron fuertemente consiguiendo inmovilizar al joven tras una buena “refriega”. Villas Boas describió a los belicosos ocupantes del OVNI como de estatura baja, de aproximadamente 1´60 metros de altura, ataviados con un extraño mono blanco formado con “escamas metálicas” que le dañaron en el forcejeo. Sobre la cabeza tenían unos cascos opacos con solo dos aberturas redondas a la altura de los ojos, con cables que se unían a la mochila, un cinturón ancho, guantes gruesos y zapatos de tacón alto.
Dibujo de la nave basada en las medidas facilitadas por Villas Boas. Junto a la escalera se aprecia la altura del testigo (a la derecha) y la de los humanoides (izquierda) que según el relato del campesino le llegaban a la altura del hombro.
 
 
 
Lo introdujeron en el estrafalario artefacto subiendo por una escalera metálica. En el interior del OVNI, Villas Boas comprobó que todo estaba fuertemente iluminado, existiendo una columna de metal lustroso que unía el suelo con el techo. Tras tomarle muestras de sangre de su barbilla con un extraño aparato en forma de pipa luminosa conectada a un no menos enigmático recipiente en forma de cáliz, los seres le condujeron a otra estancia donde había una "cama" de plástico negra. En ese instante el campesino Boas pudo ver unos signos rojos sobre una de las puertas de la estancia, que cuando estaba cerrada no dejaba de ver ningún tipo de señal, ni marca visible de la existencia de la misma. En esos momentos los humanoides, con gran agilidad y destreza le quitaron toda la ropa al joven mientras le restregaban por el cuerpo con una “esponja” impregnada en un líquido refrescante que le hizo vomitar. “Al igual que una ducha, había varios agujeros, a través del cual se produjo un humo gris, que se disolvió en el aire. De ahí el olor. Me sentí muy mal y tuve arcadas, fui a una esquina y vomité. Entonces podría respirar sin dificultad, sin embargo, seguía sintiéndome mal por ese olor” relató Villas Boas.
Los extraños humanoides y la "ocupante" con la que mantuvo relaciones sexuales Villas Boas...
 
 
 
 Minutos más tarde, hacia su aparición en escena, una pequeña "mujer" con larga cabellera rubia y grandes ojos azules rasgados, totalmente desnuda, según Villas Boas "su cuerpo era el más hermoso que había visto en mi vida". No hizo falta mucho tiempo ni mucho ingenio, para que el joven brasileño se diera cuenta de las "intenciones" de su anfitriona. Realizaron el acto sexual sobre la "cama" y todo se desarrolló con "normalidad", exceptuado un ligero detalle, Villas Boas afirmó que la "mujer" gruñía como un animal. Muy mal no debió desenvolverse el muchacho cuando la “dama” pidió otra entrega fogosa del brasileño. Una vez terminado el "trance", la ardiente "tripulante" se dirigió hacia la salida, no sin antes señalar con el dedo índice, al testigo, su vientre y luego el cielo, en clara alusión al lugar donde nacería el "hijo" de ambos. Tras su “aportación a la causa” el joven fue invitado a visitar los entresijos de la aeronave, donde pudo observar una habitación donde había tres seres sentados, en sillas giratorias y se comunicaban entre ellos emitiendo “gruñidos” ininteligibles. Manipulaban unos controles y le llamó la atención una mesa que tenía una especie de pequeña caja de cristal, con un contador similar a un reloj y en lugar de los números 3, 6 y 9, apreció que tenía unas marcas negras y en el lugar donde se emplaza el número 12, poseía “cuatro símbolos negros pequeños seguidos”.
Antes de abandonar el artefacto el campesino brasileño intentó robar éste pequeño artilugio, que debía pesar unos dos kilos, pero fue descubierto por los ocupantes del OVNI que no con muy buenas maneras le enseñaron la puerta de salida. Ya desde el exterior el testigo pudo ver como la nave se elevaba en medio de un fuerte viento y desaparecía en la fría noche. Había estado más de 4 horas a bordo de la aeronave. El Dr. Olavo Fuentes, ufólogo brasileño examinó a conciencia el caso de Antonio Villas Boas concluyendo que parecía estar diciendo la verdad. En su examen médico, Fuentes señaló que a raíz de su encuentro el joven tenía dificultades para dormir, que los primeros días vomitaba con frecuencia y apenas tenía ganas de comer. Durante varios días tuvo picores en los ojos y una suave irritación. Curiosamente tras el aparente ataque de insomnio de las primeras jornadas durante aproximadamente un mes fue víctima de una pesada somnolencia. Durmiéndose con extremada facilidad en cualquier hora del día. En varias partes de su cuerpo aparecieron extrañas heridas y hematomas sin razón aparente. Los principales síntomas fueron denunciados en los tres días posteriores al encuentro, aunque tuvo secuelas durante meses. Algunos expertos están convencidos que las molestias de Villas Boas fueron provocadas inequívocamente por una exposición a una radiación desconocida a saber; migrañas, vómitos, insomnio, falta de apetito, irritación en los ojos, manchas cutáneas, etc.




VIAJES A OTROS MUNDOS EN LA CIENCIA FICCION…
Curiosamente en 1905, mucho antes de producirse la experiencia vivida por Villas Boas, la revista Tico Tico publicó, en varias entregas, la historia  de ciencia ficción "Como Viagens maravilhosas hacer Mundos Dr. Alpha nos DOS planetas", de Osvaldo Silva. En dicha innovadora obra se describía a un personaje llamado Dr. Alpha, un prodigioso inventor brasileño que construyó una curiosa nave espacial llamada “Meteor”. Con su aeronave el científico era capaz de viajar por el espacio, visitando la Luna, Marte y Júpiter. El relato era acompañado por varias ilustraciones donde se podía apreciar la nave “Meteor” y el traje espacial del Dr. Alfa. Dicho traje espacial recuerda, asombrosamente, a los descritos por el abducido brasileño Villas Boas décadas después. Incluso en los dibujos que se publicaron en la revista Tico Tico se observaban varios relojes en la pared de la nave espacial del científico, y de igual forma, Villas Boas dijo a los ufólogos que en el interior del OVNI había un extraño dispositivo como un reloj.

El escritor brasileño ideó una estrafalaria maquina voladora... Villas Boas, de igual forma, describió un OVNI muy singular y nada convencional...
Los parecidos entre el traje espacial de la ficción y los trajes de los presuntos humanoides extraterrestres son extraordinarios.  

 
 
 
Además para entender el componente sexual de la experiencia de Villas Boas, el investigador Pablo Villarrubia, comentó al autor del presente reportaje, tras entrevistar a familiares y amigos del testigo, que el joven agricultor era muy fogoso y mujeriego en la época del incidente. Por lo que si seguimos las premisas de la teoría de la Distorsión, además de los recursos ideográficos contenidos en la psique del testigo (las ilustraciones de la revista Tico Tico) el agente externo pudo utilizar el “vigor sexual” de Villas Boas para “enriquecer” su experiencia de abducción alienígena…





Nota: El autor del reportaje quiere agradecer la colaboración del investigador heleno Thanassis Vembos.




JOSE ANTONIO CARAV@CA







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