"La criptozoología trata (a) de animales cuya existencia sigue sin haber sido probada ni refutada (por ejemplo, la serpientes gigantes que supuestamente viven en el Lago Ness, el Lago Champlain, etc; el Yeti; el Abominable Hombre de las Nieves del Himalaya, etc.) y (b)
con animales avistados en
lugares donde no se los espera (el león de montaña de Surrey, Inglaterra; los
canguros de Chicago; los cocodrilos de las alcantarillas de Nueva York, etc.).
Aquellos que “saben” como juzgar dichos datos no están al tanto de la
neurociencia; aquellos que más saben de neurociencia muestran el mayor
agnosticismo sobre estos bichos y también tienen la mayor falta de voluntad de
juzgarlos. La lepufología concierne a los avistamientos de OVNIs en los que los
conejos juegan un rol importante -y normalmente muy misterioso (algunos casos,
tanto de criptozoología como de lepufología aparecen en mi libro, La Nueva
Inquisición, 1987). De nuevo, aquellos que “saben” que la lepufología no puede
aportar datos útiles normalmente no saben nada de neurociencia, en absoluto.
Los casos en los que granjeros aseguran que unos OVNIs les robaron sus conejos
constituyen una arena ideal en la que probar la Psicología Cuántica Transaccional
contra las prematuras certidumbres de los Creyentes Dogmáticos y de los
Negadores Dogmáticos.
Los Sistemas de
Desinformación consisten en elaborados engaños, construidos por agencias de
inteligencia como la CIA, KGB o la MI5 de Inglaterra, en donde una historia
fachada, al ser creada, tiene dentro de sí un segundo engaño, disfrazado para
parecer “la verdad oculta” para cualquier rival sospechoso que logre cavar bajo
la superficie exitosamente. Desde que los Sistemas de Desinformación se han
multiplicado como bacterias en nuestro mundo cada vez más clandestino,
cualquier psicólogo de la percepción que analice la política moderna reconocerá
que la lógica cuántica, la teoría de la probabilidad y fuertes dosis de
zeteticismo son las mejores herramientas a emplear al estimar si el Presidente
acaba de decir otra exorbitante gran mentira o si acaba de pronunciar la verdad
por una vez. Después de todo, incluso aquellos que crean los Sistemas de
Desinformación se han tragado ellos mismos los Sistemas de Desinformación
diseñados por sus rivales. Como dijo una vez Henry Kissinger, “Cualquiera en
Washington que no sea paranoico debe de estar loco.”
Al tratar con la
criptozoologia, lepufología, Sistemas de Desinformación y Mecánica Cuántica
eventualmente se siente que se ha llegado cerca del sinsentido total, un
defecto básico de la mente humana (¿o del Universo?) o alguna fuga mental
similar a la esquizofrenia o el solipsismo. Sin embargo, como nuestra
ilustración del principio demuestra y veremos una y otra vez, las percepciones
ordinarias de personas ordinarias contienen tanta “rareza” y misterio como
todas estas Ciencias Ocultas juntas.
De este modo trataré de
demostrar que las leyes del mundo subatómico y las leyes de la “mente” humana
(o sistema nervioso) son paralelas entre sí, precisa, exquisita y
elegantemente, hasta los más ínfimos detalles. El estudiante de la percepción
humana, y de cómo la inferencia deriva de la percepción, no encontrará
sorpresas en la presuntamente alucinante teoría cuántica. Vivimos en medio de
la incertidumbre cuántica toda nuestra vida, pero usualmente logramos ignorar
esto; las y los psicólogos transaccionales se han visto forzados a confrontarlo
directamente.
Este paralelismo entre la
Física y Psicología no debería causar gran sorpresa. El sistema nervioso
humano, después de todo –o la “mente” en lenguaje pre-científico—creó la
ciencia moderna, incluyendo la física y la matemática cuántica. Uno puede
encontrar la genialidad y los defectos de la mente humana en sus creaciones,
como se encuentra la autobiografía del artista en la obra de arte. (...)
El 14 de Noviembre de 1954, en la Isla de Ortonovo (La Spezia), en el norte
de Italia, Amerigo Lorenzini, un agricultor de 48 años que se encontraba en su
granja escuchó un sonido parecido al vuelo de las golondrinas. Al mirar hacia
el cielo observó un extraño artefacto resplandeciente que casi le cegaba. Al
descender y disminuir su luminosidad, comprobó que se trataba de un objeto en
forma de cigarro, que aterrizó en el jardín de su casa. A través de una puerta
lateral de la enigmática aeronave, que despedía un halo luminoso, descendieron
3 pequeños humanoides vestidos con ropas metálicas parecidas a trajes de buceo.
Los humanoides se detuvieron ante la jaula de los conejos mientras se comunican
entre sí emitiendo extraños ruidos. El testigo pensó que iban a robarle y por
ello fue a su casa, en busca de la escopeta dispuesto a repeler la intrusión de
los misteriosos visitantes. Cuando apuntó a los humanoides, el arma no
disparaba y se hizo tan pesado que tuvo que dejarlo caer. El agricultor sintió
que estaba paralizado y que no podía moverse. En ese momento los pequeños seres
cogieron todos conejos, una jaula y regresaron a su nave. El objeto despegó en
total silencio dejando tras de sí una estela luminosa. Entonces el testigo
recobro la movilidad pero no tuvo tiempo de utilizar su escopeta ya que el
artefacto estaba lejos de su alcance... Los “extraterrestres” le robaron sus 12
conejos y una jaula…
La resistencia a nueva
información, sin embargo, tiene un fuerte cimiento neurológico en todos los
animales, como indican varios estudios de impresión y condicionamiento. La
mayoría de animales, incluyendo a la mayoría de primates domesticados (humanos)
muestran una impactante habilidad de “ignorar” ciertos tipos de información—las
que no “encajan” en su túnel de realidad impreso/condicionado. Generalmente
llamamos a esto “conservadurismo” o “estupidez”, pero aparece en todas partes
del espectro político, y en sociedades aprendidas así como en el Ku Klux Klan.
Para el psicólogo
transaccional, y aún más para el psicólogo cuántico, algo tan absurdo como la
lepufología contiene muchas pistas de cómo los humanos procesarán o no, nueva
información. Por ejemplo, en la Flying
Saucer Reveiw Noviembre de 1978, página 17, se puede encontrar un reporte de un
OVNI que robó todos los conejos de la conejera de un granjero. Verdadero o falso
o lo que sea, este reporte contiene alta información, porque la mayoría de
nosotros no han escuchado de OVNIs que secuestren conejos. La señal tiene alta imprevisibilidad.
En UFO Phenomena and B.S.
editada por Haines, página 83: un encuentro cercano en donde el “piloto” se
veía como un conejo gigante. El contenido de la información dio un salto
cuántico. ¿Dos historias OVNIs/conejos?. Pero la Red Mutua de Observación del
Conejo de Pascua RMOCP* (una rama de la menos bizarra Red Mutua de OVNIs, o
RMOVNI) tiene docenas de estas historias en sus archivos. (También poseen, como
lo habrá adivinado, un extraño sentido del humor.). Tómese esto como una
deliciosa extravagancia o sinsentido siniestro, archívelo como quiera de
acuerdo a su propio túnel de realidad, pero—nuestro banco de información se ha
hecho más rico.
Docenas de historias
OVNI/conejo indican algo sobre los OVNIS, o algo sobre la psicología humana,
algo nunca antes sospechado.
Si el lector tiene una reacción
estadísticamente normal a estos datos, entonces él o ella entenderá mejor cómo
los grupos que le disgustan logran “ignorar” o resistir la información que
parece tan importante para Ud.…"
Texto extraído del libro "Quantuum
Psychology, How Brain Software Programs You and Your World " de Robert
Anton Wilson (1990).
JOSE ANTONIO CARAV@CA
JOSE ANTONIO CARAV@CA