sábado, 10 de diciembre de 2016

LEPUFOLOGIA: OVNIS, CONEJOS Y UNIVERSOS CUANTICOS

  






"La criptozoología trata (a)  de animales cuya existencia sigue sin haber sido probada ni refutada (por ejemplo, la serpientes gigantes que supuestamente viven en el Lago Ness, el Lago Champlain, etc; el Yeti; el Abominable Hombre de las Nieves del Himalaya, etc.) y (b)
con animales avistados en lugares donde no se los espera (el león de montaña de Surrey, Inglaterra; los canguros de Chicago; los cocodrilos de las alcantarillas de Nueva York, etc.). Aquellos que “saben” como juzgar dichos datos no están al tanto de la neurociencia; aquellos que más saben de neurociencia muestran el mayor agnosticismo sobre estos bichos y también tienen la mayor falta de voluntad de juzgarlos. La lepufología concierne a los avistamientos de OVNIs en los que los conejos juegan un rol importante -y normalmente muy misterioso (algunos casos, tanto de criptozoología como de lepufología aparecen en mi libro, La Nueva Inquisición, 1987). De nuevo, aquellos que “saben” que la lepufología no puede aportar datos útiles normalmente no saben nada de neurociencia, en absoluto. Los casos en los que granjeros aseguran que unos OVNIs les robaron sus conejos constituyen una arena ideal en la que probar la Psicología Cuántica Transaccional contra las prematuras certidumbres de los Creyentes Dogmáticos y de los Negadores Dogmáticos.

Robert Anton Wilson también conocido como RAW (Nueva York, 18 de enero de 1932 – 11 de enero de 2007) fue un novelista estadounidense, además de ensayista, psicólogo, ocultista e investigador de teorías conspiratorias





Los Sistemas de Desinformación consisten en elaborados engaños, construidos por agencias de inteligencia como la CIA, KGB o la MI5 de Inglaterra, en donde una historia fachada, al ser creada, tiene dentro de sí un segundo engaño, disfrazado para parecer “la verdad oculta” para cualquier rival sospechoso que logre cavar bajo la superficie exitosamente. Desde que los Sistemas de Desinformación se han multiplicado como bacterias en nuestro mundo cada vez más clandestino, cualquier psicólogo de la percepción que analice la política moderna reconocerá que la lógica cuántica, la teoría de la probabilidad y fuertes dosis de zeteticismo son las mejores herramientas a emplear al estimar si el Presidente acaba de decir otra exorbitante gran mentira o si acaba de pronunciar la verdad por una vez. Después de todo, incluso aquellos que crean los Sistemas de Desinformación se han tragado ellos mismos los Sistemas de Desinformación diseñados por sus rivales. Como dijo una vez Henry Kissinger, “Cualquiera en Washington que no sea paranoico debe de estar loco.”
Al tratar con la criptozoologia, lepufología, Sistemas de Desinformación y Mecánica Cuántica eventualmente se siente que se ha llegado cerca del sinsentido total, un defecto básico de la mente humana (¿o del Universo?) o alguna fuga mental similar a la esquizofrenia o el solipsismo. Sin embargo, como nuestra ilustración del principio demuestra y veremos una y otra vez, las percepciones ordinarias de personas ordinarias contienen tanta “rareza” y misterio como todas estas Ciencias Ocultas juntas.
De este modo trataré de demostrar que las leyes del mundo subatómico y las leyes de la “mente” humana (o sistema nervioso) son paralelas entre sí, precisa, exquisita y elegantemente, hasta los más ínfimos detalles. El estudiante de la percepción humana, y de cómo la inferencia deriva de la percepción, no encontrará sorpresas en la presuntamente alucinante teoría cuántica. Vivimos en medio de la incertidumbre cuántica toda nuestra vida, pero usualmente logramos ignorar esto; las y los psicólogos transaccionales se han visto forzados a confrontarlo directamente.
Este paralelismo entre la Física y Psicología no debería causar gran sorpresa. El sistema nervioso humano, después de todo –o la “mente” en lenguaje pre-científico—creó la ciencia moderna, incluyendo la física y la matemática cuántica. Uno puede encontrar la genialidad y los defectos de la mente humana en sus creaciones, como se encuentra la autobiografía del artista en la obra de arte. (...)
 
El 14 de Noviembre de 1954, en  la Isla de Ortonovo (La Spezia), en el norte de Italia, Amerigo Lorenzini, un agricultor de 48 años que se encontraba en su granja escuchó un sonido parecido al vuelo de las golondrinas. Al mirar hacia el cielo observó un extraño artefacto resplandeciente que casi le cegaba. Al descender y disminuir su luminosidad, comprobó que se trataba de un objeto en forma de cigarro, que aterrizó en el jardín de su casa. A través de una puerta lateral de la enigmática aeronave, que despedía un halo luminoso, descendieron 3 pequeños humanoides vestidos con ropas metálicas parecidas a trajes de buceo. Los humanoides se detuvieron ante la jaula de los conejos mientras se comunican entre sí emitiendo extraños ruidos. El testigo pensó que iban a robarle y por ello fue a su casa, en busca de la escopeta dispuesto a repeler la intrusión de los misteriosos visitantes. Cuando apuntó a los humanoides, el arma no disparaba y se hizo tan pesado que tuvo que dejarlo caer. El agricultor sintió que estaba paralizado y que no podía moverse. En ese momento los pequeños seres cogieron todos conejos, una jaula y regresaron a su nave. El objeto despegó en total silencio dejando tras de sí una estela luminosa. Entonces el testigo recobro la movilidad pero no tuvo tiempo de utilizar su escopeta ya que el artefacto estaba lejos de su alcance... Los “extraterrestres” le robaron sus 12 conejos y una jaula…





La resistencia a nueva información, sin embargo, tiene un fuerte cimiento neurológico en todos los animales, como indican varios estudios de impresión y condicionamiento. La mayoría de animales, incluyendo a la mayoría de primates domesticados (humanos) muestran una impactante habilidad de “ignorar” ciertos tipos de información—las que no “encajan” en su túnel de realidad impreso/condicionado. Generalmente llamamos a esto “conservadurismo” o “estupidez”, pero aparece en todas partes del espectro político, y en sociedades aprendidas así como en el Ku Klux Klan.
Para el psicólogo transaccional, y aún más para el psicólogo cuántico, algo tan absurdo como la lepufología contiene muchas pistas de cómo los humanos procesarán o no, nueva información. Por ejemplo, en la Flying Saucer Reveiw Noviembre de 1978, página 17, se puede encontrar un reporte de un OVNI que robó todos los conejos de la conejera de un granjero. Verdadero o falso o lo que sea, este reporte contiene alta información, porque la mayoría de nosotros no han escuchado de OVNIs que secuestren conejos. La señal tiene alta imprevisibilidad.
En UFO Phenomena and B.S. editada por Haines, página 83: un encuentro cercano en donde el “piloto” se veía como un conejo gigante. El contenido de la información dio un salto cuántico. ¿Dos historias OVNIs/conejos?. Pero la Red Mutua de Observación del Conejo de Pascua RMOCP* (una rama de la menos bizarra Red Mutua de OVNIs, o RMOVNI) tiene docenas de estas historias en sus archivos. (También poseen, como lo habrá adivinado, un extraño sentido del humor.). Tómese esto como una deliciosa extravagancia o sinsentido siniestro, archívelo como quiera de acuerdo a su propio túnel de realidad, pero—nuestro banco de información se ha hecho más rico.
Docenas de historias OVNI/conejo indican algo sobre los OVNIS, o algo sobre la psicología humana, algo nunca antes sospechado.
Si el lector tiene una reacción estadísticamente normal a estos datos, entonces él o ella entenderá mejor cómo los grupos que le disgustan logran “ignorar” o resistir la información que parece tan importante para Ud.…"





Texto extraído del libro "Quantuum Psychology, How Brain Software Programs You and Your World " de Robert Anton Wilson (1990).





JOSE ANTONIO CARAV@CA


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