Nadie duda
que el fenómeno OVNI es global, ya que se registra en casi cualquier punto del
planeta, pero tenemos que tener en cuenta, que su repercusión y manifestación
es intrínsecamente individual e intransferible, expresada en un lenguaje metafórico
y onírico compuesto por el contenido inconsciente de los propios testigos. Y es
que cada incidente OVNI es único, y su único y exclusivo objetivo es
interaccionar con el observador en un complejo sistema de imágenes y sensaciones
retroalimentadas en un proceso psíquico conjunto de comunicación mental.
Pese a que
tenemos archivados miles de encuentros cercanos, no existe una trama general
que conecte todas estas historias en algo trascendente, en algo que podamos seguir
la pista a través del tiempo. Por el contrario, el fenómeno OVNI se reinicia en
cada manifestación. El contador vuelve a cero. Sólo tenemos unos conceptos
básicos que podemos interpretar, la nomenclatura del paradigma; “visitación
extraterrestre”, donde naves y seres son avistados en una interminable
variación de elementos y acciones que elude a conciencia cualquier tipo de
clasificación que queramos establecer, (tipología de naves, fisionomía de
humanoides, o comportamientos, por ejemplo). Por ello, desde nuestro punto de
vista, los episodios OVNIs estarían más próximos a un estado “alterado de conciencia”
o a una experiencia mística, mas que al desembarco de una flota alienígena,
donde cualquier tipo de análisis que ignore lo privado e individual de las
experiencias está condenado a errar…
Tenemos que
resetear el sistema… no queda otra…
JOSE ANTONIO CARAV@CA
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